viernes, 11 de diciembre de 2009

LAS VARICES: PREVENIR MEJOR QUE CURAR

Hasta el 75% de las personas, entre 40 y 50 años puede presentar un padecimiento conocido como “venas de araña”, una condición que seguramente ha visto en muchas personas y que está determinada, entre otras cosas, por la edad y los hábitos.
Generalmente más en mujeres que en hombres, la raíz de este problema puede estar en cuestiones genéticas, la sobreexposición al sol, la edad y el estrés. Por supuesto que hábitos como el fumar, el consumo de alcohol, la obesidad y otras condiciones físicas pueden contribuir a desarrollarla. En el caso particular de las mujeres, el estrógeno que surge durante el embarazo y los cambios hormonales, así como los anticonceptivos, pueden jugar un papel importante.
Si las “arañas vasculares” no se tratan, pueden derivar en várices que sí pueden representar un problema de salud. En general, los especialistas coinciden en que este padecimiento puede ser el indicio de problemas circulatorios o de tejidos.

Molestias y problemas:

Las “arañas vasculares” son pequeños vasos de sangre retorcidos visibles a través de la piel. Pueden ser rojos, morados o azules y más frecuentemente aparecen en las piernas o en la cara.
Las venas varicosas (o várices) son vasos sanguíneos más grandes que se pueden hinchar. Pueden ser de color azul oscuro y sobresalen de la piel como si fueran túneles. Se pueden desarrollar en cualquier parte del cuerpo, pero usualmente se extienden por las piernas y los tobillos.
Las venas saludables llevan sangre al corazón a través de una serie de válvulas. Estas válvulas permiten que la sangre fluya en una sola dirección, desde las venas superficiales hasta las más profundas y hacia el corazón. Los vasos están rodeados por los músculos que se contraen y ayudan a bombear la sangre al corazón.
Normalmente las venas tienen una válvula de un sentido que previene el reflujo. Las válvulas defectuosas permiten que la sangre fluya de regreso formando una especie de piscina dentro de la vena, con la que la presión sube y las paredes se debilitan. Como resultado, las venas tienen protuberancias.

No es sólo estética:
Las várices en particular pueden causar dolores o calambres en las piernas. En el área afectada pueden presentarse latidos, quemaduras, hormigueos o pesadez. Las venas inflamadas pueden ser muy sensibles al tacto y en ellas se reduce la circulación, lo que provoca picazón y que se hinchen los tobillos. Pueden provocar también cambios en los tejidos como decoloración y ulceración.
Estos padecimientos generalmente no causan complicaciones, pero pueden ser desagradables y molestos, pero rara vez constituyen una amenaza grave para la salud. En ocasiones, pueden formar coágulos de sangre dolorosas.

Tratamientos:
Las cremas son más económicas, pero con unos resultados pobres y a corto plazo. Mientras que existen otros tratamientos como son la escleroterapia que ayuda a reducir las arañas o tratamientos por láser.
La primera supone inyectar en cada “araña vascular” con una solución que irrita la línea de la vena y causa que su pared colapse. Hasta los años 40 las soluciones químicas que se usaban incluían hierro y mercurio, actualmente se usan soluciones con base en fórmulas salinas y más recientemente en espumas que evitan la fuga de las zonas circundantes de los tejidos. Cabe recalcar, que este procedimiento requiere un alto grado de habilidad técnica y un entrenamiento especial. Para las personas que son fóbicas de las agujas, el tratamiento láser es el ideal.
Para las venas varicosas que son demasiado grandes para responder a la escleroterapia o terapia con láser, la cirugía es una opción. El procedimiento normal es la ligadura y extracción del segmento problemático. Esto se puede realizar con anestesia local o general.
Existen tratamientos más modernos como son la Esclerosis con Microfibra de Láser que permite eliminar varices de diferente calibre con tratamientos csi indoloros y muy efectivos.
¿Quiénes deben de tratar las várices? En México la Flebología está envuelta en la especialidad de Angiología y Cirugía Vascular. Es muy importante resaltar que el tratamiento de las várices la gran mayoría de las veces es definitivo. Los especialistas recomiendan que los tratamientos sean practicados por médicos especializados y no por cualquier persona que se dedica a la cosmetología. (Con información de The New York Times/Unidad de Enfermedades Venosas)

Prevenir es la mejor opción

  • El tratamiento más simple para las “arañas vasculares” y várices es usar un par de medias de apoyo. A veces llamadas medias de compresión, que mejoran la circulación y alivian el dolor y el malestar en las piernas.
  • Bajar de peso y caminar con regularidad puede aliviar los síntomas.
  • Si la inflamación es un problema, pruebe con una dieta baja en sal para reducir la retención de agua.
  • Siempre que sea posible, sostenga las piernas con una almohada o sobre un banco.
  • El ejercicio ayuda a mantener su peso bajo control y músculos de sus piernas tonificados, por lo que su sangre fluirá libremente.
  • Si su trabajo lo mantiene en pie, estire los músculos de las piernas a menudo para aumentar la circulación.
  • Si está embarazada, trate de dormir sobre el lado izquierdo en lugar de su espalda.


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